Llevo años tratando a personas con síntomas de ansiedad. La experiencia me ha hecho concluir que realmente, cuando una persona supera realmente su ansiedad, es cuando realmente consigue estar en coherencia consigo misma (lo que hago, lo que digo, lo que siento y lo que pienso) cuando ponemos en coherencia nuestra vida comenzamos a sentir paz, cuando eliminamos algunos mecanismos de defensa que ya no son necesarios (por ejemplo, ser demasiado perfeccionista o autoexigente) o incluimos algunos mecanismos que no teníamos (por ejemplo, poner límites asertivamente).
Otro modo de coherencia en la vida de cada uno puede ser con respecto a una pareja, los hijos, otras relaciones, el estilo de vida, el mundo laboral, las relaciones que tengo alrededor, el lugar en el que vivo…etc.
Proceso terapéutico para tratar la ansiedad
Estoy muy acostumbrada a ver cómo las personas van disminuyendo progresivamente sus síntomas de ansiedad a lo largo del proceso terapéutico, sin necesidad de abordar los síntomas de manera directa.
En un primer momento, si la ansiedad es muy elevada, tenemos que aprender algunas técnicas para “sobrevivir” a la ansiedad, intentar que no vaya a más o gestionarla de manera que sus consecuencias no sean tan incómodas (como hiperventilar, marearse demasiado, no comer o no dormir) a veces es necesario utilizar medicamentos psiquiátricos u otras técnicas como acupuntura para relajar el sistema nervioso. Pero el trabajo realmente terapéutico y cuando de verdad desaparecen los síntomas de ansiedad ocurre cuando nos entregamos al proceso terapéutico. Esto requiere un tiempo, sí, al menos un año o dos años, o incluso más.
Es en este proceso terapéutico donde sanamos nuestros traumas, cambiamos esos condicionamientos antiguos negativos, aprendemos a poner límites, a ser asertivos, a aclararnos con la manera en la que realmente quiero vivir, poder estar tranquilos y en paz con nosotros mismos, tener una buena autoestima, equilibrar relaciones con los demás, soltar “lastres”, así como acoger las responsabilidades que antes daban miedo, y… en definitiva, un largo etc. Porque cada persona necesita equilibrar uno o varios aspectos, y cada uno ha aprendido una manera de defenderse ante el mundo o se ha desequilibrado de una manera diferente. Por eso no hay una ley única y cierta para todo el mundo sino que hay que ir a lo que realmente es bueno para cada persona, para su evolución y su felicidad, y lo que le sirve a cada uno.
Las personas van cayendo en la cuenta, siendo más conscientes de sí mismas, haciendo pequeños cambios poco a poco, aprendiendo a relajarse, tomando decisiones coherentes, dando pasos, y sí, es un proceso, que en definitiva, trata de aprender a quererse una misma y aceptarse. La respuesta final a quién soy realmente (que suele ser más sencilla de lo que nos creemos) es lo que verdaderamente nos hace superar los trastornos de ansiedad.