Ego y esencia en el pensamiento de Gurdjief

En Psinar Psicoterapia integral nos sentimos bastante inspiradas por este autor místico armenio (1866-1949). Para comprender mejor la terapia que hacemos, qué mejor manera de compartir un pequeño resumen del pensamiento de George Ivanovich Gurdjieff, un influyente maestro espiritual y filósofo del siglo XX, aquí, en nuestro blog.

Autores, pensadores y terapeutas holísticos como éste son quienes nos inspiran para nuestra psicoterapia integral con nuestros pacientes.

Gurdjieff está profundamente arraigado en la noción de la dualidad entre el ego y la esencia. Desarrolló un sistema filosófico y práctico conocido como Cuarto Camino, que ofrecía una perspectiva única sobre la naturaleza humana y el proceso de desarrollo personal.

Para comprender la distinción entre el ego y la esencia en el pensamiento de Gurdjieff, es fundamental explorar algunos de los conceptos clave de su enseñanza:

1. El Ego (o personalidad adquirida): Gurdjieff consideraba al ego como una construcción artificial y condicionada que se desarrolla a lo largo de la vida de una persona en respuesta a las influencias externas y a las experiencias personales. El ego está compuesto por hábitos, patrones de pensamiento y comportamiento, creencias y apegos que nos atan a una percepción limitada de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Según Gurdjieff, el ego es en gran medida inconsciente y nos mantiene atrapados en un estado de sueño o automatismo, impidiéndonos alcanzar nuestro potencial más elevado.

2. La Esencia: En contraste con el ego, la esencia representa la parte más auténtica y verdadera de uno mismo. Gurdjieff enseñaba que cada individuo nace con una esencia única y original, que es la fuente de su potencial creativo, intuitivo y espiritual. La esencia está conectada con una sensación de unidad, propósito y plenitud, y está más allá de las limitaciones y distorsiones del ego. Sin embargo, a menudo está oculta y subdesarrollada debido a la dominación del ego en la vida de una persona. Esta esencia, muchas veces es muy sencilla, se trata del sentimiento de alegría, del sentimiendo de paz, sensaciones de que todo está bien tal como está, la calma, la compasión, el amor en todas sus manifestaciones, etc. No hace falta buscar muy lejos o tan profundo, está ahí y la tenemos en nosotros ante nuestros ojos. 

3. El Trabajo de Despertar: En su obra el Cuarto Camino, Gurdjieff propuso un enfoque holístico para el desarrollo humano que implicaba el trabajo consciente y sistemático en tres centros de la persona: el centro intelectual, el centro emocional y el centro motor-instintivo. A través de prácticas como la atención plena, la meditación, el trabajo corporal y el estudio de enseñanzas espirituales, los individuos pueden comenzar a no-identificarse con el ego y despertar a su esencia interior. Este proceso de despertar requiere un esfuerzo consciente y continuo para desenredar las capas de condicionamiento y autoengaño que han acumulado a lo largo de sus vidas.

4. La Integración de Ego y Esencia: Según Gurdjieff, el objetivo último del trabajo espiritual es lograr la integración armoniosa entre el ego y la esencia. Esto no implica la aniquilación del ego, sino su transformación y subordinación a la esencia. Vivimos en un mundo muchas veces hostil o duro, y necesitamos mecanismos de defensa para defendernos del ego de otros, quizá, o simplemente asumir que es tan difícil desidentificarse por completo que es mejor amar esas partes de nosotros mismos. En este estado de equilibrio y unidad, el individuo experimenta una sensación de plenitud, autenticidad y conexión con lo divino. Esta integración permite que la esencia florezca y se exprese plenamente en la vida cotidiana, manifestando cualidades como la compasión, la creatividad y la sabiduría.

En resumen, en el pensamiento de Gurdjieff, la distinción entre el ego y la esencia representa una dicotomía fundamental en la experiencia humana. El trabajo espiritual consiste en trascender las limitaciones del ego para despertar a la esencia interior y alcanzar un estado de armonía y plenitud. Este es, al fin y al cabo, el trabajo terapéutico que realizamos, identificar qué condicionamientos nos están bloqueando o haciendo infelices para cambiarlos, trascenderlos, ser más libres y amorosos. 

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