¿Qué hacer para superar una crisis en tu vida?

¿Qué hacer para superar una crisis en tu vida?

Superar una crisis puede ser un proceso difícil, pero hay pasos y estrategias que pueden ayudar a sobrevivir y salir adelante en estos momentos. Aquí os dejo algunos tips esperando que sirvan de guía para muchas personas.

Muchas veces con mis pacientes utilizamos “listas”, la persona escribe en cada uno de estos ítems de qué manera concreta, aplicada a su vida y su personalidad, puede realizar cada una de las guías siguientes. Si estás en un momento difícil ahora, te animo a coger papel y boli y…a escribir!

1. Aceptar la realidad

Aceptar la realidad a veces es el primer paso, reconocernos que estamos en crisis o que estamos “mal”, sea por el motivo que sea, es el primer paso para hacernos responsables de la mejoría o la salida.

  • Reconoce tus emociones: Permítete sentir lo que estás experimentando, ya sea tristeza, miedo, ansiedad o ira. Negar o rechazar tus emociones solo alargará el proceso.
  • Acepta la situación: Aceptar lo que está ocurriendo no significa que te guste, pero es un primer paso para avanzar. La aceptación es clave para ver las opciones disponibles.
  • Evita actitudes tóxicas como el victimismo, la culpabilidad excesiva o echar la culpa a los demás.

Puedes escribir la situación, qué emociones sientes, si tiendes hacia alguna actitud negativa con la que tener precaución.

2. Buscar apoyo

  • Hablar con alguien de confianza: un amigo, un familiar o un terapeuta, hablar de lo que estás viviendo puede aliviar la carga emocional y reducir el estrés.
  • Escribe: ¿Qué amigos o relaciones pueden ser un apoyo ahora? No tienen que ser perfectos, algunos sirven para salir, despejarse y hablar de cualquier cosa y, a veces, también esto vale mucho.
  • Redes de apoyo: A veces se hace un poco largo el proceso y participar en grupos de apoyo o comunidades que compartan experiencias similares puede ayudarte a sentirte menos solo y más comprendido.

3. ¡Cuídate mucho y mímate!

  • Autocuidado: Come nutritivamente, duerme lo suficiente, descansa, haz ejercicio, evita tóxicos y mantén hábitos saludables. Esto es fundamental para mantener tu energía y claridad mental. Escribe, ¿Qué cosas concretas puedes hacer tú?
  • Relajación y descanso: El estrés de una crisis puede ser abrumador, por lo que es importante encontrar formas de relajarte, como caminar, pasear, hacer yoga y meditar. ¿cuál es la tuya?

4. Redefinir la situación

Redefinir la situación. Una nueva narrativa, empoderadora, digna y a la vez, con humildad.

  • Cambiar la perspectiva: Pregúntate si puedes aprender algo de esta experiencia. A veces, las crisis abren la puerta a nuevas oportunidades o permiten el crecimiento personal.
  • Replantea los problemas: Intentar ver los problemas como retos a superar, en lugar de obstáculos insuperables, puede darte una sensación de control. Quizá necesites establecer algunos escalones, dividir el reto en partes y así es más motivador y se ve más luz a lo largo del túnel.
  • Consulta con los asesores que te hagan falta, inspírate, busca información, lee libros, escucha podcast para inspirarte en tu propia fortaleza.

5. Establecer objetivos pequeños

  • Siempre divide el problema: Enfrentar la crisis puede parecer abrumador. Intenta dividirlo en pasos pequeños y alcanzables. Trabaja en pequeñas metas diarias que te acerquen a una solución, márcate un tiempo para cada paso. ¡Haz tu esquema!
  • Celebrar los logros: Cada pequeño avance es un logro que te recuerda que estás progresando, así que no escatimes en comprar un plato de jamón y abrir un cava (o champín XD) para celebrarlo y rodearte de aquellos que te han apoyado, o solo/a, como lo prefieras pero disfrútalo.

6. Flexibilidad y adaptación

Está a prueba tu capacidad adaptativa y tu plasticidad neuronal.

  • Mantén la mente abierta: Una crisis puede requerir que cambies de dirección o que busques soluciones alternativas. La flexibilidad te permitirá adaptarte a nuevas circunstancias.
  • Acepta que las cosas pueden no ser perfectas: El perfeccionismo puede aumentar la frustración y la ansiedad. Aceptar un nivel razonable de progreso te ayudará a mantenerte motivado.

7. Buscar ayuda profesional

Buscar ayuda profesional muchas veces te asegura hacer un proceso más amable y lineal, aunque nunca hay un proceso perfecto.

  • Si sientes que la crisis es abrumadora, hablar con un profesional de la salud mental puede brindarte herramientas y estrategias para enfrentarla.
  • Asesoramiento financiero o legal: Si tu crisis está relacionada con problemas financieros, legales o laborales, consultar a un experto en estas áreas puede ayudarte a tomar decisiones informadas.

8. Practicar la paciencia

Date tiempo, superar una crisis es un proceso, y puede llevar tiempo sentirte mejor o ver mejoras tangibles. Ten paciencia contigo mismo y con la situación.

9. Fortalecer tu espiritualidad o valores

  • Conectar con tu espiritualidad: A mi modo de ver, simplemente siente la naturaleza a tu alrededor, siente la vida, el aire, el sol, las estrellas, el frío de la calle, las olas del mar, y sólo es sentirlas y sentir algo trascendente. Si tienes una fe o creencias espirituales, conéctate con ellas puede darte consuelo y perspectiva. A veces, las crisis nos llevan a cuestionar nuestro propósito o valores, y fortalecer estas áreas puede darte fuerza.
  • Buscar sentido y propósito: Reflexiona sobre lo que realmente importa en tu vida. A veces, una crisis puede ser un catalizador para redescubrir lo que te motiva y lo que es verdaderamente importante para ti.

10. Aceptar la impermanencia

No hay mal que cien años dure…Todo pasa, recuerda que ninguna situación, por más difícil que sea, es permanente. Las crisis también pasan, y con el tiempo, las heridas emocionales comienzan a sanar.

Al fin y al cabo, desde siempre he tenido claro que cada crisis es una oportunidad para evolucionar y transformarse. Aunque puede ser un proceso doloroso, también puede ser un camino hacia el crecimiento personal y el avance hacia un paso más de felicidad.

Desarrollar la sensibilidad para vencer a la ansiedad

Sensibilidad

Desarrollar la sensibilidad para evitar la ansiedad implica cultivar una mayor conciencia y comprensión de nuestras emociones, pensamientos y reacciones corporales. La ansiedad normalmente nos “acoraza”, dejándonos sólo atentos a los pensamientos negativos de miedo, preocupación o angustia. Pero todos tenemos ese don, el don de ser sensibles y sensitivos, del que nos hemos ido desconectando a lo largo de la vida (porque lo importante era sacar buenas notas, trabajar, rendir, y quizá eso fue adaptativo pero ahora si tienes estrés o ansiedad o tu estado de ánimo está como una montaña rusa, ¡¡utiliza esa capacidad olvidada!!

Al cerebro no le conviene sentir el dolor si tienes que estar 10h de pie detrás de una barra y vas por la 6ª hora. Tampoco le conviene sentir la ternura si la persona a la que amas no te corresponde y la tienes que ver aún por un tiempo, tampoco te conviene sentir la tristeza si tienes que emplear toda tu energía en una mudanza. Son ejemplos de cómo adaptativamente nos insensibilizamos.

Entonces mi propuesta es ser consciente de ella, no eliminarla, ya que en muchas ocasiones nos ayuda, pero sí en vacaciones, el fin de semana, en tu día a día durante varias veces…hemos de ser conscientes de nosotros mismos, de qué sentimos, pensamos, cuál es nuestra verdad, y si no la sé, la verdad es que no la sé ahora y la sabré más adelante. Es muy importante esto para sentir seguridad, confianza, calma y tranquilidad.

Oye Isa, pero es que cuando paro a escuchar lo único que escucho es la ansiedad.

No pasa nada, eso es que ya “has petado”, ahora tienes que recuperarte del cúmulo de estrés y miedos que te dejaste por gestionar antes, y en un tiempo todo irá mejor si te pones un poco blandita y le dices al cuerpo que no hay peligro ahora, pero para ello tienes que conectarte, eso sí, con esta sensación, dentro de ti misma/o.

¿Y cómo se hace esto? Pues bien, te dejo unos cuantos consejos de cómo cultivar tu propia sensibilidad y me cuentas después cómo te fue.

  1. A tu estilo, de la manera que sea mejor para ti, más fácil y asequible. Yo suelo hacerlo al levantarme y me equilibra ya para el resto del día, pero hay personas que les va bien, 10 minutos dos veces al día, otras que una hora antes de dormir, etc. ¡Encuentra la tuya! La meditación o atención plena implica enfocarse en el momento presente sin juzgar. Practicar mindfulness puede ayudarte a ser más consciente de tus pensamientos y emociones, lo cual es esencial para manejar la ansiedad.
  1. Escaneo corporal: Presta atención a las sensaciones en diferentes partes de tu cuerpo. Esto puede ayudarte a identificar y liberar la tensión.
  1. Conexión con tus emociones: Para y siente las emociones un momento. Desarrollar una mayor sensibilidad emocional significa estar en sintonía con lo que sientes y por qué lo sientes. Puedes escribirlas y así puedes identificarlas y posteriormente esclarecer un mapa emocional de tu semana-día-mes y conocerte mejor o sacar alguna conclusión.
  1. Practicar alguna disciplina psicofísica. Pueden ser técnicas de respiración, yoga, taichi, kung fu, capoeira, bailes o danzas que te gusten, danzacontact, movimiento auténtico…
  1. Aprender a relajarte. Hay veces que es suficiente con decidirlo, poner consciencia en ello y permitirse serenarse. Si no lo consigues…no pasa nada, pasamos a hacerlo de otra manera con ayuda.
  1. Respiración profunda: Estamos acostumbrados a respirar poco y constreñido. Esto nos impide sentir, claro. Practica técnicas de respiración profunda y lenta para calmar tu sistema nervioso.
  1. Autocuidado: En este epígrafe, aprovecha para sentir cada cosa que haces por y para ti misma/o.
      • Ejercicio regular: La actividad física puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad. Cada uno a su nivel, pero siempre que se note el trabajo físico.
      • Dormir bien: Asegúrate de dormir lo suficiente y mantener un horario regular de sueño (despiertos por el día, dormidos de noche)
      • Alimentación saludable: Comer bien influye de lleno en el estado de ánimo, infórmate, ve a un naturópata, a un nutricionista, aprende cómo sentirte mejor a través de la alimentación. Y lo más importante…mientras comes…¡saborea cada cucharada!!
      • Paseítos: pasear tranquilamente por un lugar agradable y sin ningún objetivo específico es de las cosas más sanas que podemos hacer. Ya se habla de “descanso activo”. En el paseo podemos ir escuchando los pájaros, el viento en nuestro rostro, los colores, etc.
  1. Desarrollar habilidades de afrontamiento siendo sensibles:
      • Planificación y organización: Mantén un calendario y organiza tus tareas para evitar sentirte abrumado y respetando tus descansos necesarios.
      • Afrontamiento positivo: Desarrolla una mentalidad positiva y usa afirmaciones que te ayuden a contrarrestar pensamientos negativos.
  1. Si no puedes sóla/o…para poder, buscar apoyo: No tienes que enfrentar la ansiedad sola. Ir a terapia cuando lo necesitamos es de los mejores regalos que te puedes hacer a ti misma.
  1. Limitar la exposición a factores estresantes: Identifica y limita la exposición a situaciones, personas o actividades que te causan ansiedad. Reduce el tiempo que pasas en redes sociales o viendo noticias.
  1. Cultivar la gratitud: ¿Por qué cosas te sientes agradecida en tu vida? Puedes ser consciente de esos aspectos y dedica unos minutos a sentir cómo te hace sentir. Practicar la gratitud puede cambiar tu enfoque hacia lo positivo en tu vida. Al implementar estas estrategias, puedes desarrollar una mayor sensibilidad hacia tus propios estados emocionales y, a su vez, manejar mejor la ansiedad.
  1. Muestra tu sensibilidad con dignidad a los demás: sosteniendo lo tuyo y bajo tu responsabilidad, puedes dejar ver aquellas partes blanditas de ti misma, las cosas que te afectan, tus dificultades, con toda la humildad que puedas, eso sí, siempre sabiendo ante quién lo haces (personas que no tiendan a juzgarte o tratarte mal).

En definitiva, mostrarnos sensibles no quiere decir ser débil, ser víctima o estar en peligro. Debemos tomar la responsabilidad de protegernos de las hostilidades de la vida de una manera sana y sin embargo permitirnos ser seres sintientes, seres que aman, que sienten dolor, que necesitan cariño, caricias, atención y compartirnos con los demás de una manera auténtica. Todo ello nos quita miedo, nos quita pensamientos intrusivos, y la lógica es…porque estamos en la verdad y aprendemos a sólo darle espacio en nosotros a lo que es verdad. La ansiedad suele ser un susto, una alerta que no siempre es real y necesaria así que agradecemos su intención para realizar lo que desea de una manera más plena y feliz.

¿Has escuchado hablar del niño/a interior? Para esto es necesario que trabajemos en ello. Próximamente…artículo sobre este tema.

¿Cuándo desaparecerá la ansiedad?

Ansiedad

Llevo años tratando a personas con síntomas de ansiedad. La experiencia me ha hecho concluir que realmente, cuando una persona supera realmente su ansiedad, es cuando realmente consigue estar en coherencia consigo misma (lo que hago, lo que digo, lo que siento y lo que pienso) cuando ponemos en coherencia nuestra vida comenzamos a sentir paz, cuando eliminamos algunos mecanismos de defensa que ya no son necesarios (por ejemplo, ser demasiado perfeccionista o autoexigente) o incluimos algunos mecanismos que no teníamos (por ejemplo, poner límites asertivamente).

Otro modo de coherencia en la vida de cada uno puede ser con respecto a una pareja, los hijos, otras relaciones, el estilo de vida, el mundo laboral, las relaciones que tengo alrededor, el lugar en el que vivo…etc.

Proceso terapéutico para tratar la ansiedad

Estoy muy acostumbrada a ver cómo las personas van disminuyendo progresivamente sus síntomas de ansiedad a lo largo del proceso terapéutico, sin necesidad de abordar los síntomas de manera directa.

En un primer momento, si la ansiedad es muy elevada, tenemos que aprender algunas técnicas para “sobrevivir” a la ansiedad, intentar que no vaya a más o gestionarla de manera que sus consecuencias no sean tan incómodas (como hiperventilar, marearse demasiado, no comer o no dormir) a veces es necesario utilizar medicamentos psiquiátricos u otras técnicas como acupuntura para relajar el sistema nervioso. Pero el trabajo realmente terapéutico y cuando de verdad desaparecen los síntomas de ansiedad ocurre cuando nos entregamos al proceso terapéutico. Esto requiere un tiempo, sí, al menos un año o dos años, o incluso más.

Es en este proceso terapéutico donde sanamos nuestros traumas, cambiamos esos condicionamientos antiguos negativos, aprendemos a poner límites, a ser asertivos, a aclararnos con la manera en la que realmente quiero vivir, poder estar tranquilos y en paz con nosotros mismos, tener una buena autoestima, equilibrar relaciones con los demás, soltar “lastres”, así como acoger las responsabilidades que antes daban miedo, y… en definitiva, un largo etc. Porque cada persona necesita equilibrar uno o varios aspectos, y cada uno ha aprendido una manera de defenderse ante el mundo o se ha desequilibrado de una manera diferente. Por eso no hay una ley única y cierta para todo el mundo sino que hay que ir a lo que realmente es bueno para cada persona, para su evolución y su felicidad, y lo que le sirve a cada uno.

Las personas van cayendo en la cuenta, siendo más conscientes de sí mismas, haciendo pequeños cambios poco a poco, aprendiendo a relajarse, tomando decisiones coherentes, dando pasos, y sí, es un proceso, que en definitiva, trata de aprender a quererse una misma y aceptarse. La respuesta final a quién soy realmente (que suele ser más sencilla de lo que nos creemos) es lo que verdaderamente nos hace superar los trastornos de ansiedad.

ELIMINAR SÍNTOMAS DE ANSIEDAD ¡¡¡YA!!!

 

CÓMO ELIMINAR LOS SÍNTOMAS DE ANSIEDAD ¡¡¡¡¡INMEDIATAMENTE!!!!!!!
AH…Y ME NIEGO A TOMAR MEDICACIÓN…

Muchas veces recibo en consulta personas con un alto nivel de desesperación debido a que llevan mucho tiempo con síntomas de ansiedad, síntomas depresivos, obsesiones, «demasiada» sensibilidad, y desean que yo les de herramientas para superar los síntomas y que eso se vaya.

Paciente: ¿Qué debo hacer para que eso se vaya ya?

Terapeuta: Llora cuando lo necesites, haz los ejercicios de respiración que hemos hecho en consulta y los ejercicios de relajación, trucos cognitivos para no entrar en «la mentira negativa de la mente», ser consciente de cómo está tu cuerpo y respetar las necesidades en lo posible, algunas técnicas bioenergéticas potentes cuando te ves con mucho nerviosismo, haz deporte, descanso, come bien, sociabiliza, bla bla bla bla…

Paciente: Oiga psicóloga, yo todo eso ya lo he probado y no se me quita!! Quiero que se me quite YA!! No puedo estar así más tiempo

T: Los síntomas de ansiedad que experimentas vienen de un sistema de personalidad, creencias, y tu historia de aprendizajes, tenemos que poner conciencia y voluntad para no realizar las mismas respuestas ante determinados estímulos, de modo que SIEMPRE actuemos de manera automática, condicionada por nuestras antiguas creencias auto-desvalorizadoras, exigentes, etc. Eso no se quita en dos días porque son aspectos profundamente arraigados. Además, a lo largo del proceso terapéutico, iremos trabajando algunos temas o experiencias pasadas que te han marcado y que configuran tu «cuerpo dolor», vamos, tus «traumitas» de la infancia, que te han condicionado toda la vida y que te siguen condicionando desde tu inconsciente. Por tanto requiere un proceso, tener paciencia y constancia. Estamos demasiado acostumbrados a obtener resultados a través del esfuerzo.

Si hago A ocurre B. Ese es uno de los daños de nuestra sociedad actual. Del mismo modo, algunas personas con este sistema de creencias me piden pautas, consejos, para cómo eliminar el síntoma, sin mirar mucho hacia adentro, ¿¿¡¡¡dime como hago para que se me quite esto!!!??

Si estás muy desesperado ya con tus síntomas de ansiedad, obsesivos o de depresión, tu profesional ideal es un psiquiatra pero ah!! NO!! No quieres pastillas porque «eres antipastillas» o «anti-psiquiatras» pero quieres que yo te diga cómo eliminar esos síntomas YA. He aquí la cuestión.

Hay personas que hacen TOOOOOODO lo que «hay que hacer» para que se les quite el síntoma y no se les quita, no entienden por qué no se les quita si hacen todo lo que le ha dicho la psicóloga, si han leído tantos libros de autoayuda, si hablan con su super amiga y confidente sabia que también va a terapia…entonces, ¿¿qué pasa?? Pues te lo diré, que estás únicamente centrado en que se te vayan los síntomas y es de nuevo, una manera de tratarte con rechazo y no con amor. Estás actuando desde el amor condicionado, desde el mandato de que «debes cambiar para ser mejor, para ser aceptado» (por ti mismo)…y de nuevo, vuelves a la carrera de la no aceptación, la exigencia y el miedo. Aquí estás en el mismo círculo vicioso del auto-rechazo, lo cual contribuye al mantenimiento de tus síntomas. Si tienes unos síntomas es por algo y tenemos que tener paciencia.

Para mí, el secreto de la psicoterapia es aprender a amarnos a nosotros mismos, tengamos el síntoma que tengamos. Esta controversia es precisamente lo que te saca de la rueda del hámster. No quiero tener estos síntomas, pero es que no los puedo evitar, voy a luchar contra ellos, hacer lo que haga falta para que se vayan, no los quiero…cachis!! Otra vez están aquí….puffff venga, que se vayan, que se me quite esto…es una manera muy agobiante de vivir con síntomas. Trata el síntoma, a la vez que trabajas lo que hay debajo. Eso sí, no existe la inmadiatez de ¡YA! con ejercicios y tips (lo siento, para los cognitivo-conductuales).

Hay algo que quiero explicar, en plan «Barrio Sésamo» y considero importante.

Hay personas que debido al estrés desarrollan una úlcera estomacal o gastritis… Has estado tanto tiempo con ansiedad y estrés que ya ha llegado a ser un problema psicosomático de salud en tu cuerpo. Sabes que es provocado por el estrés o la ansiedad con la que has vivido en los últimos años…ok, vas a terapia para intentar aprender a vivir con menos estrés, para ordenar tu interior, tu vida, desaprender cosas y aprender otras pero…cuando ya tienes la úlcera, ¿Qué haces? ¿Esperas a trabajar el estrés para ir al médico? O directamente pides cita en el digestivo…créeme, ¡¡lo mejor es que te vayas al digestivo de cabeza!!,

Del mismo modo, si te has contracturado por tensión vas al fisio, si se te sube la tensión arterial a 9/15, ve al cardiólogo y lleva contigo un fármaco antihipertensivo. Si del estrés has engordado, vas al nutricionista para equilibrar tu peso.
Si debido al estrés, los niveles de serotonina en tu cerebro han bajado estrepitosamente, tu cortisol está por las nubes y ya llevas un tiempo con síntomas parecidos a la depresión u obsesivos vas a…

¿¿¿Al psiquiatra???

Uy no no…yo no quiero pastillas. ¡¡Me niego!!

Muchas personas tienen un gran rechazo a acudir al psiquiatra, en casi todos los casos por miedo o desconocimiento, o simplemente piensan que acudir a un psiquiatra por ansiedad o depresión es sinónimo de enfermedad mental o locura, dejando el trabajo de estos profesionales sólo a enfermedades graves como la esquizofrenia, tx bipolar, etc. Y por tanto, «no no, yo no soy de esos». En todo esto, hay también un miedo muy humano y muy profundo que es el «miedo a estar loco», miedo a volverse loco y/o admitir que se está «mal o muy mal». Pues bien, al fin y al cabo es sólo miedo y desconocimiento. Si tienes muchas ideas obsesivas, tu cabeza es una lavadora, te dan ataques de pánico, no puedes dormir…por favor, acude a un buen psiquiatra que sepa escucharte y entenderte, porque hay aspectos físicos que los psicólogos no podemos hacer y de hecho, para avanzar en terapia, debemos eliminar este bloqueo físico, cuando los niveles de algunos neurotransmisores ya han bajado y hay una limitación de funcionamiento. Al igual que tomas cápsulas de hierro cuando tienes anemia, tiroxina cuando tienes hipotiroidismo, etc. Es necesario equilibrar los niveles de neurotransmisores para un correcto funcionamiento.

He estado trabajando durante años con algunas personas que se han negado en rotundo a tomar ningún tipo medicamento regulador de neutotransmisores a pesar de tener una enfermedad mental (anorexia nerviosa, trastorno bipolar, TOC) a pesar de habérselo recomendado muchas veces. Es una pena no haber podido hacer un trabajo profundo con ellas, a pesar de los años, porque cualquier mínima cosa ya es «estoy gorda» o «estoy loca» y no salen de la rueda del hámster, su nivel de serotonina sigue muy bajo y no hay fuerza para crear otras nuevas conexiones en el cerebro. Lo intentamos, durante años, hay mejoría, otras veces recaída, y así.

¿Sabéis qué pienso realmente? Sólo vivimos una vez, y hemos venido aquí para ser felices, para saborear la vida y vivirla intensamente, aprender a amar y amarnos a nosotros mismos y a disfrutar de la vida. Si tienes una crisis, ¿por qué vivir sufriendo por miedo y prejuicios? Puedes paliar tus síntomas ahora con fármacos si son muy perturbadores, y poco a poco trabajar en tu interior con un cerebro fuerte y con buen funcionamiento, lleno de oxígeno y funcionando al 100%, a pesar de que te parezca a veces que no lo está, si hay efectos secundarios como somnolencia, por ejemplo.
Cuando ya pase la crisis aguda, se va sustituyendo por cositas naturales, y finalmente nada, sales andando tú solo/a.

Soy una gran amante del Ayurveda, la fitoterapia, la medicina tradicional china, la homeopatía, el yoga, la meditación, la aromaterapia, etc. Personalmente, las utilizo y quien me conoce sabe que recomiendo el consumo de muchos de estos productos y métodos. Pero en ocasiones, no es suficiente para superar la crisis por la que estamos pasando, por tanto, ¿por qué cerrarse a una posibilidad que nos hará bien?

Otro miedo que me he encontrado es…

¿Y si tengo que depender de esa pastilla para toda la vida?

Un alto porcentaje de personas sólo las utiliza durante una época y luego ya no las toma más, otro porcentaje, las toma en varias ocasiones a lo largo de la vida y otro pequeño porcentaje, las toma de por vida, ¿¿y qué?? Conozco personas de éxito, felices, cumpliendo sus sueños, con familias maravillosas y profesiones que aman, y toman antidepresivas, sí, de por vida. ¿¿Y qué??¿ Te vas a morir 3 años antes de lo que se supone que ibas a morir? ok pero viviste a gusto. No vas a desarrollar Alzheimer por tomarlas!!. En fin, hay muchos bulos, desconocimiento y miedos acerca de los psicofármacos.
Cada vez hay medicamentos más modernos e inteligentes, menos dañinos. Antiguamente los efectos secundarios erran horribles y la imagen del típico manicomio de las películas estaba lleno de síntomas extrapiramidales.

No me gusta la industria farmacéutica, no me gusta el hiper-consumo de medicamentos. Pero sí creo en vivir con amabilidad, con calidad de vida y creo que una manera de quererse a uno mismo y saber cuidarse, con responsabilidad hacia uno mismo, es eliminar prejuicios, informarse bien y tomar decisiones responsables para vivir como desea tu parte sana y sagrada: FELIZ

Ojo, hay otro perfil de personas que sólo quieren la pastilla y no mirar hacia adentro ni cambiar nada de sí mismos ni aprender nada, sólo que se les pase esto. Es otra manera de abandonarse, pasando por la vida de puntillas, huyendo hacia adelante y desconectándose de sí mismos. Al fin y al cabo, es lo mismo pero en el extremo contrario. En este caso el prejuicio suele ser hacia la psicoterapia. De nuevo, miedo y desconocimiento.

Al fin y al cabo, cuando nos negamos tanto a algo «por convicción o creencias» estamos en una rigidez mental, algo de nosotros mismos no estamos viendo, en la mayoría de los casos, es miedo.

¿DESDE DÓNDE TOMAS TUS DECISIONES?
¿DESDE EL MIEDO O DESDE EL AMOR?