Ego y esencia en el pensamiento de Gurdjief

Ego y esencia en el pensamiento de Gurdjief

En Psinar Psicoterapia integral nos sentimos bastante inspiradas por este autor místico armenio (1866-1949). Para comprender mejor la terapia que hacemos, qué mejor manera de compartir un pequeño resumen del pensamiento de George Ivanovich Gurdjieff, un influyente maestro espiritual y filósofo del siglo XX, aquí, en nuestro blog.

Autores, pensadores y terapeutas holísticos como éste son quienes nos inspiran para nuestra psicoterapia integral con nuestros pacientes.

Gurdjieff está profundamente arraigado en la noción de la dualidad entre el ego y la esencia. Desarrolló un sistema filosófico y práctico conocido como Cuarto Camino, que ofrecía una perspectiva única sobre la naturaleza humana y el proceso de desarrollo personal.

Para comprender la distinción entre el ego y la esencia en el pensamiento de Gurdjieff, es fundamental explorar algunos de los conceptos clave de su enseñanza:

1. El Ego (o personalidad adquirida): Gurdjieff consideraba al ego como una construcción artificial y condicionada que se desarrolla a lo largo de la vida de una persona en respuesta a las influencias externas y a las experiencias personales. El ego está compuesto por hábitos, patrones de pensamiento y comportamiento, creencias y apegos que nos atan a una percepción limitada de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Según Gurdjieff, el ego es en gran medida inconsciente y nos mantiene atrapados en un estado de sueño o automatismo, impidiéndonos alcanzar nuestro potencial más elevado.

2. La Esencia: En contraste con el ego, la esencia representa la parte más auténtica y verdadera de uno mismo. Gurdjieff enseñaba que cada individuo nace con una esencia única y original, que es la fuente de su potencial creativo, intuitivo y espiritual. La esencia está conectada con una sensación de unidad, propósito y plenitud, y está más allá de las limitaciones y distorsiones del ego. Sin embargo, a menudo está oculta y subdesarrollada debido a la dominación del ego en la vida de una persona. Esta esencia, muchas veces es muy sencilla, se trata del sentimiento de alegría, del sentimiendo de paz, sensaciones de que todo está bien tal como está, la calma, la compasión, el amor en todas sus manifestaciones, etc. No hace falta buscar muy lejos o tan profundo, está ahí y la tenemos en nosotros ante nuestros ojos. 

3. El Trabajo de Despertar: En su obra el Cuarto Camino, Gurdjieff propuso un enfoque holístico para el desarrollo humano que implicaba el trabajo consciente y sistemático en tres centros de la persona: el centro intelectual, el centro emocional y el centro motor-instintivo. A través de prácticas como la atención plena, la meditación, el trabajo corporal y el estudio de enseñanzas espirituales, los individuos pueden comenzar a no-identificarse con el ego y despertar a su esencia interior. Este proceso de despertar requiere un esfuerzo consciente y continuo para desenredar las capas de condicionamiento y autoengaño que han acumulado a lo largo de sus vidas.

4. La Integración de Ego y Esencia: Según Gurdjieff, el objetivo último del trabajo espiritual es lograr la integración armoniosa entre el ego y la esencia. Esto no implica la aniquilación del ego, sino su transformación y subordinación a la esencia. Vivimos en un mundo muchas veces hostil o duro, y necesitamos mecanismos de defensa para defendernos del ego de otros, quizá, o simplemente asumir que es tan difícil desidentificarse por completo que es mejor amar esas partes de nosotros mismos. En este estado de equilibrio y unidad, el individuo experimenta una sensación de plenitud, autenticidad y conexión con lo divino. Esta integración permite que la esencia florezca y se exprese plenamente en la vida cotidiana, manifestando cualidades como la compasión, la creatividad y la sabiduría.

En resumen, en el pensamiento de Gurdjieff, la distinción entre el ego y la esencia representa una dicotomía fundamental en la experiencia humana. El trabajo espiritual consiste en trascender las limitaciones del ego para despertar a la esencia interior y alcanzar un estado de armonía y plenitud. Este es, al fin y al cabo, el trabajo terapéutico que realizamos, identificar qué condicionamientos nos están bloqueando o haciendo infelices para cambiarlos, trascenderlos, ser más libres y amorosos. 

Arteterapia infantil

Arteterapia Infantil

Si quieres que tu niña/o adquiera herramientas para su expresión emocional, aumente su autoestima, aprenda a manejar la frustración expresando sus emociones en un entorno protegido, no dudes en apuntarlo a arteterapia infantil.

La arteterapia infantil es una forma especializada de arteterapia que se enfoca en utilizar el arte como medio de expresión y comunicación para niños y adolescentes. Al igual que en la arteterapia para adultos, se reconoce que el proceso creativo puede ser una herramienta poderosa para explorar emociones, resolver conflictos internos, mejorar la autoestima y promover el desarrollo emocional y social en los niños.

Muchos niños se encuentran en situaciones difíciles cuyos padres y docentes tampoco saben bien cómo manejar; por ejemplo, niños de padres separados, enfermedades graves en la familia, nacimiento de un/a nuevo/a hermano/a, nueva pareja de alguno de sus progenitores y sus hijos, nuevas configuraciones familiares, acoso escolar, niños en duelo, niños con rabietas continuadas o trastornos del comportamiento.

Mediante la arteterapia todos los niños aprenden jugando y expresando, normalizan su vida emocional y aprenden herramientas que les van a aportar fortaleza psicoemocional para siempre. Esto les repercutirá en su vida tanto personal y social como académica (mayor desarrollo del hemisferio derecho, por tanto se equilibran los dos hemisferios)

El enfoque en la arteterapia infantil es adaptado específicamente para las necesidades únicas de los niños, considerando su edad, nivel de desarrollo, habilidades cognitivas y experiencia emocional. Los niños pueden no tener las habilidades verbales completamente desarrolladas para expresar sus sentimientos y experiencias de la misma manera que los adultos, por lo que el arte proporciona un medio alternativo y accesible para que puedan comunicarse y procesar sus emociones.

Uno de los principales objetivos de la arteterapia infantil es proporcionar un espacio seguro y de apoyo donde los niños puedan expresarse libremente a través del arte. Esto puede ser especialmente importante para los niños que han experimentado traumas, pérdidas o situaciones estresantes, ya que el arte les brinda una forma de dar voz a sus emociones y experiencias de una manera no verbal y menos amenazante.

En el contexto de la arteterapia infantil, los niños pueden utilizar una variedad de medios artísticos, como pintura, dibujo, escultura, collage, música, danza y movimiento, para expresarse y explorar sus sentimientos. El terapeuta trabaja de manera colaborativa con el niño, proporcionando orientación y apoyo mientras el niño explora y experimenta con los diferentes materiales y técnicas artísticas.

El proceso de arteterapia infantil puede implicar la creación de arte como medio de autoexpresión, la exploración de temas emocionales a través del arte, el juego simbólico y la narración de historias, el desarrollo de habilidades sociales y emocionales a través de actividades artísticas grupales, y la utilización de metáforas visuales para abordar problemas y desafíos.

A través del arte, los niños pueden representar sus experiencias internas y externas, expresar sus emociones, enfrentar miedos y ansiedades, resolver conflictos internos, fortalecer la autoestima y desarrollar habilidades de afrontamiento saludables. El proceso creativo en sí mismo puede ser terapéutico y empoderador para los niños, ya que les permite sentirse escuchados, validados y comprendidos en un entorno seguro y de apoyo.

Además de trabajar directamente con los niños, los arteterapeutas infantiles también pueden colaborar con padres, cuidadores, maestros y otros profesionales para proporcionar apoyo adicional y fomentar el crecimiento y el desarrollo saludable del niño en todos los aspectos de su vida.

En definitiva, es un acierto para muchos niños y adolescentes elegir este tipo de terapia ya que es natural y orgánico que los niños sean creativos. Nosotros utilizaremos esta maravillosa capacidad de autosanación para que crezcan sanos y felices. 

 

Arteterapia

Arteterapia

La arteterapia es una disciplina que combina la expresión artística con el acompañamiento terapéutico para mejorar el bienestar bio-psico-emocional de personas y grupos dentro de un contexto sanitario, educativo o social. Nos permite trabajar desde el hemisferio derecho del cerebro (creatividad, el inconsciente, lo No-verbal) de modo que podemos integrar información interna de otro modo.

En la actualidad, la arteterapia está reconocida como terapia coadyuvante en el sistema de salud pública de muchos países. En muchos de los centros de salud mental ya está incluida en los programas de recuperación de los pacientes resultando ser una de las terapias con mejores resultados. En concreto, en Sevilla, ya se utiliza en plantas de salud mental de los hospitales Virgen del Rocío y Virgen Macarena, .

Esta terapia es una manera de sumergirte dentro de ti mismo para sanarte y mejorar tu vida, seguir conociéndote y desarrollándote como persona desde la expresión de libertad de ti mismo, dando espacio a tus sentimientos, emociones y cuerpo a través de tu verdadero ser creativo. Todo ello en un espacio seguro como es la consulta de psicoterapia, con la terapeuta, así como terapias grupales en las que se crea este mismo ambiente sin juicio. 

Prestando más atención a nuestro lado creativo, podemos desarrollar todo nuestro potencial personal así como resolver conflictos o problemas psicológicos que tengamos actualmente o con los que estemos acarreando en el pasado. De modo que nuestra creatividad, al estar más disponible como recurso, nos permita dar soluciones nuevas, posibles, que quizá antes no veíamos, así como atrevernos a aquello que nos daba miedo o realizar aquellos mecanismos y comportamientos automáticos. En definitiva, la arteterapia nos hace más libres y conscientes; por tanto, más felices. 

 ORÍGENES DE LA ARTETERAPIA

La arteterapia, como disciplina terapéutica, tiene sus raíces en las primeras décadas del siglo XX, aunque su práctica se remonta a tiempos mucho más antiguos, cuando las culturas ancestrales utilizaban el arte como medio de expresión y sanación. El término «arteterapia» fue acuñado por primera vez por el artista británico Adrian Hill en la década de 1940. Hill, quien experimentó con la creación artística como una forma de recuperación personal mientras se recuperaba de una enfermedad, comenzó a utilizar el arte como una herramienta terapéutica en hospitales y clínicas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, varios médicos y psiquiatras observaron el poder del arte para ayudar a los soldados traumatizados a expresar y procesar sus experiencias emocionales. En este contexto, la arteterapia comenzó a ser reconocida como una forma válida de tratamiento para una variedad de trastornos mentales y emocionales.

El trabajo pionero de Margaret Naumburg, una psicóloga y educadora estadounidense, también fue fundamental en el desarrollo de la arteterapia como disciplina formal. Naumburg, quien estaba influenciada por las ideas de Sigmund Freud y Carl Jung, integró el psicoanálisis con la creación artística en su enfoque terapéutico. En 1947, publicó el libro «Dinámica de la terapia de arte», que fue uno de los primeros textos en explorar el potencial terapéutico del arte.

Durante la década de 1950 y 1960, la arteterapia continuó evolucionando como campo profesional, con la fundación de asociaciones y organizaciones dedicadas a su estudio y práctica. En 1969, la Asociación Americana de Terapia de Arte (American Art Therapy Association) fue fundada, lo que marcó un hito importante en el establecimiento de la arteterapia como una disciplina reconocida.

En las décadas siguientes, la arteterapia se expandió y diversificó, siendo adoptada en una variedad de entornos clínicos y comunitarios, incluyendo hospitales, escuelas, centros de salud mental y prisiones. A medida que la investigación científica comenzó a respaldar su eficacia como tratamiento complementario para una amplia gama de condiciones, la arteterapia ganó aún más aceptación y reconocimiento en el ámbito de la salud y el bienestar.

Hoy en día, la arteterapia se practica en todo el mundo y abarca una variedad de enfoques y técnicas, incluyendo el arte como terapia, en donde el proceso creativo en sí mismo es el foco principal, y la terapia a través del arte, que implica el uso de arte como una herramienta para explorar y abordar temas emocionales y psicológicos. La arteterapia sigue evolucionando y adaptándose a las necesidades cambiantes de las personas y las comunidades, pero su esencia sigue siendo la misma: utilizar el arte como un medio poderoso para promover la sanación, el crecimiento personal y el bienestar emocional.

¿POR QUÉ ELEGIR ARTETERAPIA?

Es una gran terapia de elección ya que permite expresar de una manera más sencilla y fluida todos aquellos conflictos, emociones y asuntos inconclusos que te estén impidiendo vivir con la plenitud que deseas o te supongan un bloqueo en tu vida.
Permite sacar a relucir de tu inconsciente aquellos materiales a los cuales no tenemos fácil acceso debido a juicios internos, códigos, miedos, resistencias al dolor, etc. De modo que al sacarlo a la consciencia podemos sanarlos.

Para encontrar nuevas soluciones a los mismos problemas de siempre necesitamos ser creativos. Es algo que no nos enseñan en la escuela. Esta terapia te permite reinventarte a ti misma/o, desarrollando tu intuición a través de tu hemisferio derecho. De este modo, crearás una nueva narrativa de tu historia y de tu vida actual, pudiendo ampliar tu enfoque de la vida.

Terapia corporal integrativa

Terapia corporal integrativa

La terapia corporal integrativa es un enfoque holístico que reconoce la interconexión entre la mente, el cuerpo y el espíritu en el proceso de sanación y desarrollo personal. Esta práctica terapéutica combina diversos métodos y técnicas provenientes de la psicología, la medicina alternativa e incluso de tradiciones ancestrales, con el objetivo de promover el bienestar integral del individuo.

En el corazón de la terapia corporal integrativa yace la creencia fundamental de que el cuerpo humano es un vehículo de emociones, experiencias y traumas. A través de la exploración y la liberación de tensiones físicas, se busca desentrañar los patrones emocionales, mentales y relacionales que pueden estar causando malestar y bloqueo en la vida de una persona. Esta modalidad terapéutica reconoce que la mente y el cuerpo están intrínsecamente conectados, y que los desequilibrios en un lado pueden manifestarse en el otro.

Una de las piedras angulares de la terapia corporal integrativa es la conciencia corporal. Esto implica cultivar una mayor conexión y sensibilidad hacia las sensaciones físicas, los movimientos y las posturas corporales. A través de ejercicios de respiración, meditación y técnicas de atención plena, aprenderemos a sintonizar con las señales que su cuerpo nos envía, lo que permite identificar y abordar de manera más efectiva las tensiones y bloqueos emocionales. 

De todas las técnicas utilizadas en la terapia corporal integrativa, el objetivo común de restaurar el equilibrio y la armonía en el cuerpo y la mente, de modo que podamos armonizarla y que nuestra parte intuitiva o espiritual pueda hacerse más obvia y la podamos sentir (el gozo de estar vivos, el sentimiento de amor universal o compasión, la paz interior, la aceptación de lo que es). 

La danzaterapia es otra modalidad terapéutica que se utiliza en la terapia corporal integrativa para explorar y expresar las emociones a través del movimiento. Solemos hacerla en grupo ya que el ambiente grupal o la energía que se crea en el grupo nos facilita a meternos en la música, sentirla, que se nos vaya la vergüenza (a muchas personas les cuesta bailar solas). Al combinar la danza con técnicas de psicoterapia, esta práctica ofrece un espacio seguro y creativo para que los individuos exploren sus sentimientos, liberen tensiones y se conecten consigo mismos y con los demás de una manera profunda y significativa.

Después de años de dedicación como terapeuta, Antonio Pacheco, pedagogo y terapeuta integrador fue comprobando qué técnicas y maneras eran más eficaces para sus pacientes. Influido por el programa SAT de Claudio Naranjo, la Terapia Gestalt, la terapia bioenergética de Lowen y previamente Reich, así como la investigación en prácticas psicoespirituales orientales como el budismo y la medicina tradicional. En 1997 Antonio presenta al mundo terapéutico la terapia corporal integrativa, como un método completo e integrador.

A raíz de este programa, que ya muchos terapeutas hemos realizado, hemos ido añadiendo cada uno su granito de arena, su manera personal. En mi caso quizá destacaría la sensibilidad, el humor, la fuerza y el aprendizaje del amor compasivo. 

Uno de los principales beneficios de la terapia corporal integrativa es el desarrollo de la capacidad para abordar los desafíos de manera integral, teniendo en cuenta tanto los síntomas físicos como las dimensiones emocionales, mentales y espirituales de la experiencia humana. Al trabajar en todos estos niveles simultáneamente, esta modalidad terapéutica puede ayudar a las personas a sanar de manera profunda y duradera, transformando no solo su relación con su cuerpo, sino también consigo mismas y con el mundo que las rodea.

En resumen, la terapia corporal integrativa es un enfoque holístico que reconoce la interconexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu en el proceso de sanación y desarrollo personal. A través de una variedad de técnicas y prácticas terapéuticas, esta modalidad busca liberar tensiones, promover la conciencia corporal y restaurar el equilibrio y la armonía en todos los niveles del ser.

Cómo trabajar el trauma con EMDR

Cómo trabajar el trauma con EMDR

Tras haber padecido un acontecimiento estresante, amenazante o traumático, lo mejor es que acudamos a terapia cuanto antes, para poder integrar la experiencia y colocarla en nuestra mente en un lugar que ya no nos haga daño. Hay que ser consciente de que fue un acontecimiento que pasó y que ya no deseamos que vuelva (es probable que no se vuelva a repetir…)

La medicación puede ayudar en momentos o estados muy ansiosos, así como si las consecuencias del trauma han sido un trastorno depresivo o para ayudar a dormir. Es una ayuda, pero sin duda no es el único tratamiento necesario.

TERAPIA EMDR

El mejor tratamiento de elección para tratar traumas es el EMDR, (Reprocesamiento y Desensibilización a través de movimientos oculares). Que consiste en traer a la mente el recuerdo mientras el terapeuta dirige los ojos del paciente de modo que se produzca una estimulación bilateral del cerebro a través del movimiento de los ojos de un lado a otro. Es un proceso totalmente controlado por el profesional, ya que a veces se producen reviviscencias de sensaciones o sentimientos de entonces. Esto hace encajar de un modo más sano la experiencia dentro de la psique de la persona, pudiendo sentir de verdad que aquellos acontecimientos tan desagradables pasaron y eso me ha hecho ser fuerte, que a pesar de todo estoy aquí y tengo ahora el resto de la vida para rellenarla con nuevas experiencias agradables, bonitas y también de superación.

El cerebro tiene una manera natural de recuperarse de experiencias duras y traumáticas. Este proceso implica la comunicación entre la amígdala (donde se da la señal de alarma) y el hipocampo (área encargada del aprendizaje, incluido el que tiene que ver con el peligro y la seguridad) y la corteza prefrontral (analiza y controla el comportamiento y la emoción). Si bien muchas veces las experiencias traumáticas se pueden resolver espontáneamente, otras veces, los acontecimientos son tan fuertes que superan la capacidad de procesamiento del cerebro para gestionar el trauma, es necesario ayuda externa.
La terapia EMDR ayuda al cerebro a procesar estos recuerdos traumáticos y la clave está en que permite o reanuda el proceso de curación natural que quedó interrumpido. La experiencia aún se recuerda, pero la respuesta emocional y conductual asociada se resuelve. Las respuestas fijadas en el trauma que suelen ser lucha, huida o bloqueo, es lo que nos interesa descondicionar.

¿Cómo es para el paciente el proceso con la terapia EMDR?

Muchas veces he encontrado personas con mucho sufrimiento acumulado al borde de la desesperación que piden que vayamos directamente a trabajar el trauma que desean “quitarse” , no obstante, para que realmente sea efectivo y hagamos una buena terapia se requiere de algunas sesiones previas en las que el terapeuta debe conocer algo de la historia del paciente, tanto en salud como emocionalmente, entrevistar acerca de la posibilidad de que existan otros traumas previos, contextualizar el caso, conocer algunos mecanismos de defensa actuales que la persona utiliza, si tiene apoyo social o familiar, ver si la persona tiene algunas estrategias para estabilizarse y si no es así, enseñárselas. También es bueno conocerse un poco mutuamente y sentir que no es extraño ponerse en manos de una persona desconocida para trabajar el trauma.

Es importante que al emplear esta técnica estemos acompañados y guiados por un profesional, no intentemos hacerlo solos, con ningún vídeo de youtube o un libro, ya que solemos trabajar con acontecimientos duros, en los que nos hemos sentido en peligro y quizá solos, ¿Por qué realizarlo de nuevo solos? Lo que deseamos es hacer algo nuevo y amable, no perpetuar el trauma.
De nuevo remover recuerdos por remover no nos va a servir para nada, lo interesante de volver al recuerdo en esta ocasión es llegar a la calma, a la paz mental y física. En ocasiones tardamos varias sesiones y en ocasiones meses, dependiendo de la complejidad del trauma. Pero en cualquier caso, acompáñate de un profesional con el que conectes y te de confianza. El movimiento de ojos es lo llamativo, lo que se ve, y parece que sólo trabajamos cuando hacemos esa técnica. Sí, es la vía por la cual estimulamos pero hay mucho más control y guía por detrás.

Entonces… Por qué funciona la EMDR?

Porque reactiva la función natural de nuestro cerebro. Es un mecanismo que está vigente en el cerebro sólo que con el acontecimiento traumático, la persona se asustó tanto que bloqueó las respuestas naturales de procesamiento. Es cuando la situación te supera. Quiere decir que supera la capacidad cerebral. Ocurre lo mismo con algunas bacterias. El sistema inmunitario no ha sido capaz de resolver sin ninguna repercusión visible la presencia de este agente externo y ha desarrollado los síntomas de fiebre, infección, mucosidad, etc. Es cuando tomamos antibióticos u otros remedios para ayudar al cuerpo a resolver la infección. Del mismo modo, en el mundo psicológico, el agente externo puede superar nuestra capacidad de procesamiento desarrollando otros síntomas psicológicos como los problemas de sueño, ansiedad, depresión, hipervigilancia, disociación, etc. Y necesitamos ayuda externa para en realidad seguir sanándonos a nosotros mismos.

A lo largo de mi ejercicio profesional he acompañado a muchas personas con flashbacks, sensaciones de asco, disociativas, con comportamientos desorganizados, peligrosos o impulsivos, a raíz de haber sufrido un trauma y es maravilloso ver cómo las personas rehacen su vida y salen adelante, de sesión en sesión de EMDR van disminuyendo los síntomas como por arte de magia, hasta desaparecer después del proceso de tratamiento.

Muchas personas acuden un poco desesperadas, ya que han tardado demasiado tiempo en acudir a terapia o bien vienen de otros enfoques que no han sido acertados. Mientras tanto han ido sufriendo cada vez más intensamente los síntomas del trauma y vienen en un estado a veces ya de mucha desesperación. Desgraciadamente es uno de los trastornos que más riesgo de suicidio tiene. Por eso es importante si has sufrido un trauma acudir cuanto antes a un profesional, para hablar, contar lo que ha pasado e intentar evitar el trastorno de estrés postraumático.

Por mi parte, como terapeuta, siento una gran admiración por esas personas que tienen la valentía de venir a cambiar las cosas, venir a terapia a responsabilizarse de sus problemas y trabajarlas de frente. Me parece que tienen un mérito enorme.

Otro grupo de tips esenciales en el tratamiento del trauma o estrés postraumático son los que tienen que ver con la salud mental en general, es decir, alimentación equilibrada, dormir 7 u 8h diarias, tomarse descansos, proponerse objetivos, rodearse de buena gente, hacer deporte, visitar la naturaleza, realizar tareas que hagan sentir bien.

Por último, a un nivel más profundo o espiritual, trabajar con el sentido de la vida personal, la misión de vida, así como ser consciente de aquellas creencias limitantes que (antes o después del trauma) hemos aprendido y podemos cambiar por otras nuevas creencias más adaptativas, capacitantes y positivas, resulta esencial para algunas personas.

TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

Criterios diagnósticos del TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO, citando al DSM5, el Manual diagnóstico de la APA (Asociación Americana de Psicología).

A. Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, en una (o más) de las formas siguientes:

  1. Experiencia directa del suceso traumático.
  2. Presencia directa del suceso ocurrido a otros.
  3. Conocimiento de que el suceso traumático ha ocurrido a un familiar próximo o a un amigo íntimo. En los casos de amenaza o realidad de muerte de un familiar o amigo, el suceso ha de haber sido violento o accidental.
  4. Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso traumático (p. ej., socorristas que recogen restos humanos; policías repetidamente expuestos a detalles del maltrato infantil).

Nota: El Criterio A4 no se aplica a la exposición a través de medios electrónicos, televisión, películas o fotografías, a menos que esta exposición esté relacionada con el trabajo.

B. Presencia de uno (o más) de los síntomas de intrusión siguientes asociados al suceso traumático, que comienza después del suceso traumático:

  1. Recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos del suceso(s) traumático(s). Nota: En los niños mayores de 6 años, se pueden producir juegos repetitivos en los que se expresen temas o aspectos del suceso(s) traumático(s).
  2. Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el afecto del sueño está relacionado con el suceso(s) traumático(s).

Nota: En los niños, pueden existir sueños aterradores sin contenido reconocible.

  1. Reacciones disociativas (p. ej., escenas retrospectivas) en las que el sujeto siente o actúa como si se repitiera el suceso traumático. (Estas reacciones se pueden producir de forma continua, y la expresión más extrema es una pérdida completa de conciencia del entorno presente.)

Nota: En los niños, la representación específica del trauma puede tener lugar en el juego.

  1. Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso traumático.
  2. Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso traumático.

C. Evitación persistente de estímulos asociados al suceso traumático, que comienza tras el suceso traumático, como se pone de manifiesto por una o las dos características siguientes:

  1. Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso traumático.
  2. Evitación o esfuerzos para evitar recordatorios externos (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que despiertan recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso traumático.

D. Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso traumático, que comienzan o empeoran después del suceso traumático, como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:

  1. Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso traumático (debido típicamente a amnesia disociativa y no a otros factores como una lesión cerebral, alcohol o drogas).
  2. Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo (p. ej., «Estoy mal», «No puedo confiar en nadie», «El mundo es muy peligroso», «Tengo los nervios destrozados»).
  3. Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias del suceso traumático que hace que el individuo se acuse a sí mismo o a los demás.
  4. Estado emocional negativo persistente (p. ej., miedo, terror, enfado, culpa o vergüenza).
  5. Disminución importante del interés o la participación en actividades significativas.
  6. Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás.
  7. Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas (p. ej., felicidad, satisfacción o sentimientos amorosos).

E. Alteración importante de la alerta y reactividad asociada al suceso/s traumático/s, que comienza o empeora después del mismo, como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:

  1. Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos.
  2. Comportamiento imprudente o autodestructivo.
  3. Hipervigilancia.
  4. Respuesta de sobresalto exagerada.
  5. Problemas de concentración. 6. Alteración del sueño (p. ej., dificultad para conciliar o continuar el sueño, o sueño inquieto).

F. La duración de la alteración (Criterios B, C, D y E) es superior a un mes.

G. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

H. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., medicamento, alcohol) o a otra afección médica. Especificar si: Con síntomas disociativos: Los síntomas cumplen los criterios para el trastorno de estrés postraumático y, además, en respuesta al factor de estrés, el individuo experimenta síntomas persistentes o recurrentes de una de las características siguientes: 1. Despersonalización: Experiencia persistente o recurrente de un sentimiento de desapego y como si uno mismo fuera un observador externo del propio proceso mental o corporal (p. ej., como si se soñara, sentido de irrealidad de uno mismo o del propio cuerpo, o de que el tiempo pasa despacio). 2. Desrealización: Experiencia persistente o recurrente de irrealidad del entorno (p. ej., el mundo alrededor del individuo se experimenta como irreal, como en un sueño, distante o distorsionado).

Nota: Para utilizar este subtipo, los síntomas disociativos no se han de poder atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., desvanecimiento, comportamiento durante la intoxicación alcohólica) u otra afección médica (p. ej., epilepsia parcial compleja). Especificar si: Con expresión retardada: Si la totalidad de los criterios diagnósticos no se cumplen hasta al menos seis meses después del acontecimiento.

*Por otro lado y para no confundirnos, existen los llamados “traumas de apego”, que son situaciones psicológicas que provienen de la infancia y de los padres, no hay una amenaza de muerte ni de la integridad psíquica, pero sí acontecimientos relacionales que son dolorosos emocionalmente, que han hecho a la persona crear maneras fijadas de comportamiento relacional. Depende del tipo de experiencia diferenciamos los estilos de apego que hoy en día están tan estudiados. Ejemplo es niños poco atendidos, padres inconsistentes en la respuesta emocional, demasiado rígidos, con poca inteligencia emocional, o demasiado permisivos, etc. De modo que la persona ha creado su personalidad condicionada por aquellas experiencias tempranas con sus padres.
Estamos hablando de dos tipos de trauma diferentes, el que citamos en este artículo es el trauma por exposición a un evento concreto de amenaza.

Qué es el trauma y tratamiento EMDR

Qué es el trauma y tratamiento EMDR

El trauma a es definico como la respuesta emocional a la experiencia de haber vivido un acontecimiento terrible donde estaba presente el miedo, la muerte, la violencia o el asco. Lo históricamente estudiado en el tratamiento para traumas son los traumas de guerra, experiencias de violencia, amenaza de muerte, violaciones, desastres naturales, accidentes de tráfico. Son muchas las situaciones que pueden provocar un trauma pero siempre son amenazantes (física o psicológicamente) o perjudicial y en ocasiones también repentino.

Hay varios tipos de traumas:

  1. Un acontecimiento pasajero único. Por ejemplo un accidente de tráfico o una violación
  2. Crónico. La exposición prolongada y/o repetida a eventos altamente estresantes, de esos que ninguna persona está preparada para vivir. Ejemplos son; violencia en el hogar, maltratato infantil, abusos sexuales por parte de familiares adultos, intimidación diaria.
  3. Trauma complejo. Exposición a múltiples eventos traumáticos

Otro modo de padecer traumas es el trauma vicario. Personas que están muy cerca de la persona que ha padecido el trauma o ha presenciado un acontecimiento altamente amenazante aunque su propia integridad no estuviera en peligro. Les puede ocurrir a miembros de una familia que conviven, profesionales de la salud, o las personas que cuidamos a otras personas que han sufrido traumas estamos en riesgo de desarrollar síntomas de estrés postraumático. Muchas veces está relacionado por la capacidad empática y la sensibilidad de la personalidad de cada persona.

¿Y cuáles son los síntomas de haber sufrido un trauma?

Algunas veces nos sorprendemos y no podemos juzgar o comparar si un evento es más “traumático” que otro ya que depende en gran medida de factores como las características del mismo o los detalles, la presencia de otras alteraciones de salud mental anteriores, haber vivido ya anteriormente otro trauma, los antecedentes de la persona, sus herramientas de gestión emocional, su nivel socioeconómico y la red social de apoyo.

Criterios diagnósticos de estrés agudo provocado por un acontecimiento traumático son, citando al Manual Diagnóstico de la APA (DSM-5):

A. Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, en una (o más) de las formas siguientes:

  1. Experiencia directa del suceso traumático.
  2. Presencia directa del suceso ocurrido a otros.
  3. Conocimiento de que el suceso traumático ha ocurrido a un familiar próximo o a un amigo íntimo. Nota: En los casos de amenaza o realidad de muerte de un familiar o amigo, el suceso(s) ha de haber sido violento o accidental.
  4. Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso traumático (p. ej., socorristas que recogen restos humanos, policías repetidamente expuestos a detalles del maltrato infantil). Nota: Esto no se aplica a la exposición a través de medios electrónicos, televisión, películas o fotografías, a menos que esta exposición esté relacionada con el trabajo.

B. Presencia de nueve (o más) de los síntomas siguientes de alguna de las cinco categorías de intrusión, estado de ánimo negativo, disociación, evitación y alerta, que comienza o empeora después del suceso(s) traumático(s):

Categoría “Síntomas de intrusión”:

  1. Recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos del suceso(s) traumático(s).
  2. Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el afecto del sueño está relacionado con el suceso(s)
  3. Reacciones disociativas (p. ej., escenas retrospectivas) en las que el individuo siente o actúa como si se repitiera el suceso(s) traumático(s). (Estas reacciones se pueden producir de forma continua, y la expresión más extrema es una pérdida completa de conciencia del entorno presente.)
  4. Malestar psicológico intenso o prolongado, o reacciones fisiológicas importantes en repuesta a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s).

Estado de ánimo negativo:

  1. Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas (p. ej., felicidad, satisfacción o sentimientos amorosos).

Categoría “Síntomas disociativos”:

  1. Sentido de la realidad alterado del entorno o de uno mismo (p. ej., verse uno mismo desde la perspectiva de otro, estar pasmado, lentitud del tiempo).
  2. Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso(s) traumático(s) (debido típicamente a amnesia disociativa y no a otros factores como una lesión cerebral, alcohol o drogas).

Categoría “Síntomas de evitación”:

  1. Esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso(s) traumático(s).
  2. Esfuerzos para evitar recordatorios externos (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que despiertan recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca del o estrechamente asociados al suceso(s) traumático(s).

Categoría “síntomas de alerta”:

  1. Alteración del sueño (p. ej., dificultad para conciliar o continuar el sueño, o sueño inquieto).
  2. Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresa típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos.
  3. Hipervigilancia.
  4. Problemas con la concentración.
  5. Respuesta de sobresalto exagerada.

C. La duración del trastorno (síntomas del Criterio B) es de tres días a un mes después de la exposición al trauma. Nota: Los síntomas comienzan en general inmediatamente después del trauma, pero es necesario que persistan al menos durante tres días y hasta un mes para cumplir los criterios del trastorno.

  1. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
  2. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia u otra afección médica.

En el Trastorno de Estrés Postraumático tendremos la misma definición y síntomas. La única diferencia es que los síntomas se han prolongado más allá de un mes de duración y los síntomas suelen ser incluso más graves, como flashbacks continuos, ansiedad severa, conductas de evitación incapacitantes, depresión, alteraciones cognitivas, etc. De hecho, este trastorno puede durar incluso años si no se trata acertadamente. (Al final del artículo, escribo los criterios diagnósticos para el trastorno por estrés postraumático)

Tenemos que procurar tratar estos traumas cuanto antes, ya que la persona se somete a muchísimo sufrimiento mientras lo padece. De hecho, cada vez existen más equipos de psicólogos de emergencias que precisamente tratan de paliar los efectos psicológicos de acontecimientos horribles cuanto antes.