La psicoterapia es un espacio de seguridad en el que poder equilibrar aquellos aspectos de nosotros mismos y de nuestra vida que nos impiden vivir una vida plena y feliz. A través de una buena relación de confianza con la terapeuta, el diálogo y algunos ejercicios prácticos, se consiguen grandes mejoras. Sobretodo, es una escuela, un lugar y tiempo de aprendizaje, en el que a través de la toma de conciencia se pueden tomar nuevas decisiones ante los mismos problemas.

Hay muchos enfoques de terapia psicológica, que al fin y al cabo, se enfocan en la salud mental. En mi caso utilizo la orientación humanista e integral, en la que tomo al paciente como centro de la terapia, adaptando el trabajo a sus necesidades, en lugar de que el paciente se adapte a mi método. Reforzaremos las partes más sanas de la personalidad y de ellas mismas coger la fuerza para trabajas los aspectos menos equilibrados.
Dentro de las terapias humanistas la que más utilizo es la Terapia Gestalt, por ser una psicoterapia muy abierta y centrada en la persona. Sus principios básicos son
- La toma de conciencia (de mis mecanismos de defensa, de mis necesidades, de cómo me relaciono con los demás, cuáles son mis dificultades reales, quien soy)
- La responsabilidad en uno mismo. Asumir las consecuencias de tus actos es un acto de madurez y crecimiento personal, ya sean consecuencias positivas como adversas.
- Aquí y Ahora. Una de las mayores dificultades que todos tenemos es poder estar realmente conectado con el presente, nadie nos lo ha enseñado y vivimos en un mundo que nos empuja a estar todo el tiempo en el futuro (ansiedad) o en el pasado (depresión).

Normalmente la mayoría de los pacientes que recibo en consulta suelen tener como demandas superar la ansiedad, salir de la depresión, problemas de dependencia emocional, problemas relacionales o algún trastorno de salud mental, pero en otras ocasiones, atiendo a personas que quieren cambiar algunos aspectos de su personalidad o de su vida que no les permiten ser felices. No hace falta tener un trastorno ni estar mal para acudir a psicoterapia.
Bajo mi punto de vista, el objetivo transversal de la terapia psicológica es aprender a amarse a una/o misma/o y a los demás de una manera sana, libre y equilibrada y por tanto mejorar la autoestima. Encontrar paz interior y desarrollar resiliencia y fuerza para los momentos duros de la vida es la herramienta más importante que te puedes regalar a ti misma así como a tus hijos/as.

Detrás de una crisis existencial o un bache personal siempre hay un lección que te toca aprender o quizá un cambio necesario al que te resistías por miedo, para finalmente transformarte en la mejor versión de ti misma/o.
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