Es sábado, hace un día de sol espléndido, y tú en casa, bien estudiando, trabajando, limpiando, haciendo tupers para la semana, ordenando la casa, el armario, jugando con los niños, cuidando a alguien, o bien en casa, algo cansada y necesitando descansar, sin hacer nada concreto ni tener ningún plan.
De pronto recibes un whatsapp de un evento para esta noche, un concierto, una reunión de gente, empiezas a ver que personas de tu alrededor o de tu grupo comienzan a apuntarse, es un «planazo» pero tú, realmente, necesitas descansar, relajarte, estar en casa o hacer esas tareas de orden y limpieza que te va a sentar genial.
¿Qué haces? ¿Cómo te sientes?
Para muchas personas esta situación es una auténtica encrucijada. La «gran oportunidad» de pasarlo bien, ver fotos de otros que muestran como disfrutan del sol, eventos, viajes, quedadas que quedan genial en las fotos, que muestran que están «disfrutando de la vida», que están compartiendo, haciendo algo interesante, ligando, bailando…
Si tienes la sensasión es de estar perdiéndote la vida, perdiéndote oportunidades de ser feliz y sientes angustia, ansiedad, tristeza, pensamientos obsesivos acerca de esto…puedes estar teniendo FOMO (Fear Of Missing Out). Miedo de perderte algo. Un concepto nuevo recientemente descrito para algo que llevo observando en muchas personas de hace mucho tiempo. Yo antes le llamaba «La neurosis de la gran oportunidad».
Realmente esta especie de síndrome tiene su origen en la comparación, y en el hecho de no decretar tu propio criterio sobre tí misma. Es decir, está claro que si te apetece o te viene bien asistir a ese evento, ¡ve por supuesto!, pero sin embargo, si estás cansada, estresada, o si no te conviene ir porque tienes algo que hacer más importante para tí ese día, lo mejor es permitirse esta necesidad, y no dejarse llevar por lo que otros hacen.
La comparación es un mecanismo que hoy en día es muy usual debido a las redes sociales, en las que se puede ver lo que están haciendo otros incluso al momento.
La clave está en tu propio criterio, escucha tu necesidad, lo que más necesita tu cuerpo, lo que te de más paz, ve a lo sencillo, a las sensaciones, decide y no le des más vueltas. Otro día irás a otro evento. Hay más oportunidades, tanto en el pasado como en el futuro próximo. Da importancia a este momento, este día, aunque igual no lo recuerdes dentro de 10 años.
A veces es difícil encontrar un equilibriio entre tanto mensaje positivo o «positivista». Creo que hemos interiorizado demasiados mensajes del mundo de la publicidad y el marketing. Vivimos en una sociedad capitalista en la que el consumo es la principal moneda energética del sistema. De igual modo, a veces ocurre con el consumo de experiencias, hacer y hacer, como sea, te haces la foto y haces check en tu lista de cosas que querías hacer antes de morirte. Sin embargo, a lo mejor es más amoroso y está más conectado contigo misma y con tu verdad quedarte en casa haciendo tupers hoy, limpiando o estudiando, para cuidarte o descansar.
La verdad, mi instagram está lleno de anuncios, y gracias al algoritmo, sobre cosas que me gustan. Me presentan anuncios sobre música, conciertos, festivales, talleres de meditación, de terapias varias, de espiritualidad, rutas de senderismo, y todos los mensajes se resumen en:
Apúntate! no pierdas esta oportunidad! disfruta con nosotros!! no te lo pierdas!! si te apuntas ya! es más barato, si quieres desarrollarte yser tu mejor versión…apuntate a lo que te ofrezco!!!
A veces es muy difícil no creernos tanto mensaje de «oportunidad» en redes e ir hacia tí misma, hacia tu necesidad real, sin que tenga que ser intensa y sin fotos para compartir.
La mayoria de personas que vienen a mi consulta me piden que les ayude a sentir paz, calma y tranquilidad.
Con todo esto, ciertamente quiero decir que creo en la «slow life», una vida más conectada con la naturaleza, algo más lenta, sin tanto estrés, con menos «cosas» pero más conectada, más contemplativa y coherente con el corazón y las personas a nivel un poco más profundo y suave.