Trabajaremos en TRES NIVELES:
1. Nivel síntomas: Si ya acudes a terapia con síntomas, seguramente necesitarás ayuda para gestionarlos y superarlos. Me refiero a síntomas de ansiedad, depresión, pensamientos obsesivos, pensamientos automáticos negativos, baja autoestima, dependencia emocional, inseguridad, agresividad, bloqueos, problemas sexuales, etc.
2. Nivel profundo: Para superar realmente una crisis existencial o los síntomas psicológicos tenemos que ver qué hay debajo, qué es lo que los originó y qué función pretenden cumplir en tu sistema de defensa psicológico, qué aprendizajes antiguos hay detrás de aquello que se manifiesta y nos hace sufrir. Porque aunque a veces parezca mentira, tiene un sentido haber desarrollado una sintomatología, y entender esta lógica y este motivo nos suele dar mucha calma y asimismo como el agua, se va desvaneciendo conforme vamos poniendo más conciencia, mejorando nuestra salud mental.
3. Nivel «entrenamiento»: una vez que hemos entendido el para qué de los síntomas, el por qué y gestionamos mejor los síntomas, o bien van desapareciendo, es necesario entrar en una etapa de práctica en los nuevos modos de gestionar nuestra psique, usando otros mecanismos nuevos y más adaptativos a tu momento actual, que cumplan la misma función que perseguían los antiguos (por ejemplo, sentirse protegido, necesidad de amor y cariño, sentirse valiosa/o, etc.) Esto suele hacerse de manera transversal, a medida que vamos poniendo conciencia en nuestro propio funcionamiento a lo largo del proceso terapéutico.
Aquí debemos desarrollar nuestra paciencia y perseverancia, ya que los mecanismos de siempre tienen mucho camino recorrido en nuestro cerebro y nuestro repertorio de conductas, pero es importante alegrarnos de nuestro crecimiento personal y perseverar con cariño hacia nosotros mismos. Este es el nivel en el que más se nota la mejora de la autoestima.